domingo, 20 de abril de 2008

La Mulata de Córdoba

La Mulata de Córdoba.

Ella era un ángel,
Una mulata,
Tenía la esencia del ébano en la piel.
Una hechicera de magia blanca
Como pura el alma de su ser.

Entre los hombres su hermosura hizo leyenda
Y despertó los celos de mujer.
El fuego de la envidia ardió en sus corazones
Y fue encerrada en un cuartel.

El juez dictó la pena de muerte por arrancar el alma a la gente.
La justicia murió por rencor.

Vuela mujer que este mundo no es tu mundo.
Vuela mujer al amanecer.
Vuela mujer y extiende tus alas para no volver.

La última voluntad previa a la ejecución,
Pidió una caja de crayones.
Y ante la adversidad plasmó su libertad
En una barca de colores.

Y al despertar la celda vacía, y apareció tal cual prometía.
Pintada en la barca se marchó.

Vuela mujer que este mundo no es tu mundo.
Vuela mujer al amanecer.
Vuela mujer y extiende tus alas para no volver.


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